Palabra clave ‣ emergencia social
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A esta fría insensibilidad se suma una hipocresía en palabras y hechos que Occidente ya ni siquiera se molesta en ocultar.

Ha demostrado, a todos aquellos que todavía están dispuestos a escuchar y ver con honestidad, que la política de doble rasero está en el corazón de su acción y que no duda en politizar cualquier evento, incluso si se trata de una tragedia humana. el punto álgido del terremoto que asoló Siria en la madrugada del 6 de febrero y que mató al menos a 3000 personas. Un balance que se espera que aumente porque cientos de cuerpos siguen enterrados bajo los escombros.

A los ojos de Occidente, las muertes y la terrible destrucción que afectaron a cinco provincias de Siria no tienen el mismo valor que las víctimas y los daños en Turquía. Sin embargo, es el mismo terremoto que golpeó a los dos países vecinos al mismo tiempo.

Con Turquía, los países occidentales, encabezados por Estados Unidos y Europa, han mostrado una generosa muestra de solidaridad. Y, adecuando la acción a la palabra, enviaron, sin demora, equipos de rescate, personal médico, equipos de socorro, aviones de carga cargados con raciones de alimentos, medicinas, frazadas y carpas.

Los líderes de estos países han llamado al presidente Recep Tayyeb Erdogan para ofrecerle sus condolencias y expresarle su apoyo.

Las sanciones occidentales han golpeado al pueblo sirio

Con Siria, nada de esto sucedió. Sin embargo, de los dos países afectados por el terremoto, es Siria el que necesita urgentemente una ayuda masiva y diversa. Siria es un país al borde de la hambruna a causa de las sanciones americanas y europeas decretadas unilateralmente, sin mandato de Naciones Unidas, y que todos los países del planeta están llamados a aplicar al pie de la letra so pena de ser ellos mismos sancionados.

De todas estas sanciones, la Ley César es la más injusta e inhumana, ya que prohíbe prácticamente todas las transacciones comerciales y financieras con personas y entidades sirias.

Debido a estas sanciones, la mayoría de las aerolíneas ya no se atreven a operar en el aeropuerto de Damasco u otros aeródromos del país, lo que impide la entrega de ayuda de emergencia a Siria.

Muy rápidamente, las autoridades sirias se dieron cuenta de la magnitud del desastre y lanzaron un llamamiento de ayuda internacional.

Durante una conferencia de prensa en Damasco el martes, el director de la Media Luna Roja Siria, el Sr. Khaled Haboubati, pidió a la Unión Europea (UE) que levante las sanciones contra Damasco. También pidió a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) que "brinde asistencia al pueblo sirio".

El embajador sirio ante Naciones Unidas, Bassam Sabbbagh, aseguró que la ayuda internacional iría "a todos los sirios en todo el territorio", dando a entender que incluso las regiones que aún escapan al control de Damasco, como Idleb y el norte de Alepo, se verían beneficiadas. de esta ayuda.

Bassam Sabbbagh se comprometió con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, a quien se reunió en Nueva York, a "facilitar todos los procedimientos necesarios para que las organizaciones internacionales brinden ayuda humanitaria" en respuesta al terremoto.

Los líderes de las Iglesias cristianas en Siria también han pedido el levantamiento de las sanciones para permitir la entrega de ayuda internacional.

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