La pregunta merece ser planteada mientras llegan de todo el mundo, de Ucrania, de Armenia, de Israel, de Gaza, de África, los gritos de las víctimas del terrorismo, de la barbarie, de la locura asesina de los hombres.

Ninguna generación puede elegir las pruebas a afrontar.

Pero cada generación puede elegir entre los medios: indiferencia, cobardía, locura o

Humanismo y razón.

Las tragedias que vivimos conmocionan nuestras conciencias, sacuden nuestras convicciones con tanta fuerza que pueden llevarnos a tomar malas decisiones.

Pero el humanismo, es decir la primacía del Hombre, de la razón, debe prevalecer en todas las circunstancias.

Este siglo, todavía joven, con sólo 23 años, es ya para la Historia el del terrorismo, de la barbarie, de la locura asesina.

¿Será también el del humanismo asesinado?

Todos los hombres son Hombre.

Lamentablemente, las tragedias que estamos viviendo nos obligan a hacer lo contrario.

No, no todos los hombres son Hombres, no todas las víctimas son Hombres.

Hay víctimas que deben ser lamentadas, vengadas y víctimas que pueden ser ignoradas.

Hay víctimas que tienen cara, nombre, y otras que son sólo números que sumamos. Los números no te hacen llorar.

El humanismo no elige a sus víctimas.

Humanismo es Hombre, vida, respeto por toda vida, es paz.

La indiferencia, por no hablar de la cobardía de Europa y del mundo occidental en su conjunto, hacia las víctimas civiles palestinas en Gaza tiene graves consecuencias.

El veto estadounidense a una resolución para un alto el fuego inmediato no es aceptable.

Según el director de UNICEF, casi un millón de niños fueron trasladados por la fuerza al sur, a zonas superpobladas, privadas de agua y alimentos.

Y, sin embargo, el mundo occidental mira hacia otra parte.

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